Aladdin en su época era un juego muy destacable a nivel artístico y audiovisual, siendo correcto a nivel jugable. Para gente que no lo vivió igual es normal pensar en todos los detalles y considerarlo mediocre en general, a ojos actuales, pero con Aladdin pasó como con Donkey Kong Country, Final Fantasy VII, Mortal Kombat, etc.. que aun siendo juegos imperfectos (como cualquier juego en realidad) lograron encumbrarse sobre el resto por méritos propios, acordes al momento. De tal modo, que a todos aquellos que los disfrutamos en aquella coyuntura (y eso sí que no es emulable, ni "interpretable") nos puede resultar imposible darle importancia a ciertos defectos que otros le puedan achacan, como a su vez a éstos les va resultar imposible notar su grandeza, porque para ello tendrían que haber vivido esa época.