Nací en enero del 80 así que en 3 meses tendré 43 taquitos.
No recuerdo exactamente a qué edad probé mi primer videojuego. Pero debería tener entre 4 o 5 años con una maquinita que habían de esas de un solo juego, con 4 o 5 movimientos. La maquinita era azul y los botones amarillos. El juego era de un globo aerostático que tenía que cruzar de un lado a otro de un barranco y recuerdo que había que esquivar a unos pájaros (buitres?).
Aunque de pequeño fui exclusivamente de ordenadores pues gracias a que mi padre tenía una empresa, al comprar equipos, le ofrecían ciertos descuentos y aprovechó para comprarme, con 6 años, un Spectrum 48K. Jamás llegué a pedir ningún juego porque entre mis primos ya me nutría de decenas de títulos. Recuerdo viciarme de mala manera a juegos como Panama Joe, Game Over, Army Moves, Vigilante, Double Dragon o Paper Boy.
No quita que gracias a amigos, vecinos o familia probara casi todo. Desde MSX, C64, Atari 2600, NES o Master System en adelante.
El siguiente regalo de mi padre fue en el año 90, con diez años y para Reyes, imagino que le tocó renovar equipo y me cayó un Amiga 500. El cambio con respecto al Spectrum fue tan brutal que estuve alucinando durante meses. Todos los juegos que tuve fueron piratas y jugué a casi todo los juegos más conocidos. Con el ordenador me vinieron el AMC (Astro Marine Corps) y el After the War, que no estaban nada mal. Pero luego fueron llegando joyas como los Turrican, Another World, Syndicate, Speedball 2, The Chaos Engine, Cannon Fodder, Sensible Soccer y un larguísimo listado de obras de arte de la época.
En el 92 tuve mi primera y única consola antes de ser adulto. Pedí la Game Boy, que ya la tenía todo Cristo menos yo, en el típico pack que incluía el Tetris. Jamás tuve otro juego pero otra vez gracias a amigos y demás probé muchísimas joyas como los Super Mario Land y cientos más, sobre todo los típicos cartuchos con tropecientos juegos que se conseguían en "los indios". Aunque recuerdo que uno que me obsesionaba era el Track Meet. No sé ni cuántas horas le metí a ese juego y no me cargué los botones de la Game Boy de milagro
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En el 96 me pillé mi primer PC con lo que había conseguido currando en verano. Ahí llegaron juegazos como Diablo, Warcraft y otros que ya había probado en casa de amigos como Doom, Duke Nukem 3D, Wolfenstein 3D o Blood. Qué época.
Mi primera consola de sobre mesa llegó ya de adulto. En 2002 me pillé una Xbox. Fue tal la flipada de ver en movimiento Halo y DOA 3 que recuerdo llevármela en ese momento con esos dos juegos. Aunque ya había jugado a Playstation en casa de amigos y a pesar de encantarme juegos como Tekken 3, no veía suficiente encanto para comprarme una consola pues mi género favorito eran los FPS, juegos de estrategia o aventuras gráficas y eso el sistema que mejor lo ofrecía era PC. Y no me atraían para nada los juegos japoneses tipo FF VII y demás. De hecho los juegos fps que vi incluso en PS2 me echaban para atrás cosa mala.
Así que quizás por haber sido en mi infancia más de ordenadores es por lo que siempre me he sentido más atraído por los juegos occidentales. Pero tuvo que llegar Xbox con Halo para, por fin, dar el salto a las consolas. Ahí sí que me mereció pasarme a las consolas.
2002 también fue cuando me inicié en Xbox Live desde el mismo día de su lanzamiento en España y también el año en que me di de alta en EOL buscando gente para jugar y hablar de videojuegos.
A partir de ahí he ido pillando básicamente toda consola portátil y de sobremesa que ha salido hasta la fecha. Además de darle siempre al PC al que nunca he abandonado. De hecho, desde 2004 tengo mi cuenta de Steam, ya que me la hice al comprar la Edición Limitada de Half Life 2.