Yo, pensando en el juego y en cómo me gustaría y espero que sea, siempre termino recordando una de las sensaciones que muy pocos, contados, videojuegos me han dado. Es algo, sobre todo, inherente a los RPG al estilo Bethesda o a videojuegos de supervivencia como Subnautica, Minecraft o Don't Starve, por ejemplo.
Recuerdo con muchísimo cariño cuando, sobre todo en Skyrim, tenía una rutina para mi personaje: ya asentado en una de las casas, vaciaba mi inventario de forma ordenada en los distintos cofres y, ya con espacio para lo que pudiera encontrar, salía en busca de la siguiente aventura o misión a cumplir. Lo que seguía era eso mismo, aventuras y desventuras por el mundo, encontrando objetos interesantes, ingredientes alquímicos, libros que añadir a la biblioteca y, todo ello, mientras mi personaje progresaba y mejoraba. Tras todo ello volvía al hogar y repetía el proceso, generando una microrutina que me transmitía un gran sentimiento de pertenencia al mundo del videojuego.
Evidentemente, es algo mucho más fácil de conseguir en un RPG o en un videojuego donde la exploración es una parte esencial, como los citados anteriormente, pero tengo esperanza en que, dejando a un lado las misiones principales, RDR 2 me transmita algo parecido. Que me levante en el campamento y pueda preparar a mi caballo, a mis armas y a mí mismo para salir a explorar el territorio, cazar animales para el cocinero o para venderlos, buscar algún tesoro, echar alguna partida en el poblado más cercano y cumplir alguna misión y volver al campamento con nuevos objetos, más dinero y con elementos que aportar a la banda.
Es una chorrada, y no sé por qué me ha dado por publicar esto, pero ojalá tenga esas sensaciones.