Una cosa que no viene mal recordar y que le digo siempre a todos los que le recomiendo este tipo de juegos.
Diría que todos juegos del género desde el primer Demonsouls, pasando por Nioh hasta este Sekiro, son todos juegos magníficos, juegos capaces de transmitir sensaciones y emociones que ningún otro soñaría alcanzar jamás. Ahora bien, respecto a su polémica dificultad, no diría que son juegos que no son para todo el mundo o que son imposibles. Cualquiera de ellos lo puede acabar cualquier persona con dos requisitos, paciencia y más paciencia.
A lo que voy, si bien son juegos, repito, magníficos, tremendamente magníficos, también son capaces de mostrar lo peor de nosotros mismos si no tenemos clara una cosa muy simple: Sólo jugad a ellos en un momento de vuestras vidas en el que le podais dedicar el tiempo y dedicación que merece. Olvidaos de poneros con ellos a ratos o pendientes de otros menesteres. Si lo jugáis como cuando os sentáis con cualquier otro juego lo menos malo que os puede pasar es que lo dejéis de lado y lo pongáis a criticar por su dificultad. Y cosas un pelín más serias como perder los nervios en casa delante de gente que os importe mucho y os vean como auténticos desequilibrados o incluso estar a punto de sufrir un jamacuco que os mande directamente pal piso.
No exagero en absoluto, recuerdo momentos con el mismísimo Nioh en el que con las calenturas y nerivos que traía, me ponía con él y os juro que me daba verguenza de mí mismo; hasta que me vi desde fuera y lo mandé a tomar viento hasta que pudiera reunir el tiempo y resto de condiciones que esto requiere.
En fin, que hay muchos juegos y otras muchas cosas a las que dedicarse hasta que os llegue el momento y las circunstancias de disfrutar estas maravillas.
Saludos