Para mi se ha convertido en el mejor juego de la generación, me ha pasado muy pocas veces en todos estos largos años que llevo dándole y es uno de los pocos títulos que al ver la pantalla del menú principal tras finiquitarlo suelto el mando y me quedo un rato pensando.
No conozco la forma de trabajar de Naughty Dog, no se si habrá sido el famoso crunch o simplemente hay genios a los mandos de la compañía, pero juraría que mis ojos nunca han visto un videojuego de estas características. Su forma de apoderarte la mente y conseguir despejarte completamente, abandonando el mundo que hoy en día tenemos (y vaya mundo que tenemos hoy en día por cierto), atrapándote en otro universo relatándote de forma dura, poderosa y fría una historia sencillamente espectacular gracias a los personajes que le rodean.
Hace no mucho me volvió a pasar con Bioshock Infinite al volver a jugar su versión remasterizada en PS4, ese tipo de títulos que te quedan marcado al igual que hace no mucho me paso con Death Strading, que cuando llegan los títulos de crédito te quedas durante unos segundos en silencio y se te pasan cientos de emociones por el cuerpo.
Vamos a por una segunda vuelta antes de que llegue Ghost of Tsushima.