RESOLUCIÓN NOCURNALos Presidentes estaban asustados. ¿Por qué se ha dado la orden de reunirse de urgencia? En teoría no tenían que reunirse hasta el día siguiente.
- ¡He sido yo!
Un hombre de unos 50 años, de nariz afilada, mirada feroz y boca torcida entró cojeando en la sala de juntas.
- Yo os he reunido, pedazo de imbéciles. Estáis aquí reunidos todos vosotros, peleándoos por un contrato, por 4 miserables euros, cuando tenéis el mal infiltrado en vuestras filas.
- Pero para eso estamos aquí, para desenmascarar a la FIFA.
- ¿Qué FIFA idiota? Hablo de un auténtico mal. Un mal viejo como el mundo. Y terrible, como el de los cuentos que se susurran alrededor de una hoguera.
- ¿De qué hablas, viejo?
- ¿No sabéis dónde os habéis reunido? Este pueblo es antiguo; si tan siquiera escucharais el grito de las rocas, huiríais de aquí despavoridos. Pero ya es tarde. Es demasiado tarde.
- ¿Vas a llegar al meollo hoy, anciano?
- Los antiguos habitantes los llamaban licántropos. Seres bestiales que de día se hacen pasar por humanos, pero de noche adoptan la forma de enormes lobos. Devoran las entrañas de las personas por puro placer. Por aquél entonces, aquí se levantaba una aldea llamada Castronegro.
- ¿De qué hablas? ¡Llamad a seguridad!
- ¡Seguridad! No me hagas reír. ¿Acaso os habéis cruzado con alguien en vuestro camino hasta aquí? Además de imbéciles sois unos necios. Ni siquiera habéis contado cuántos sois.
Los presidentes hicieron un alto y empezaron a mirarse. De repente se dieron cuenta. No estaban todos.
- Aska. ¿Dónde está Aska?
- ¿Y Murkit?
- Yo os diré dónde están. ¡Muertos, como todos los demás! Como estaréis vosotros si no me escucháis. Los lobos se han infiltrado. ¡Están aquí ahora mismo, en esta sala, delante de vuestras narices!
- ¿Muertos? ¿Estás seguro?
- Los he visto con mis propios ojos, ahora son dos cadáveres. El tal Murkit era un pieza, ni más ni menos que Rubiales, el presidente de la Federación de Fútbol. Pero murió como un simple ALDEANO. Aska por su parte, parecía un don nadie, presidía un modesto club llamado Internazionale Milano o algo así, bajo el nombre de Steven Zhang. Pero estoy seguro que con entrenamiento, habría sido un cazador excelente.
- ¿Y cómo podemos desenmascarar a los lobos?
- Tendréis que usar vuestra INTUICIÓN. La BONDAD es una característica escasa en estos días, y PODEROSA. Si la usáis de guía, no podéis fallar. Cada día nos reuniremos y acabaremos con la vida de uno de nosotros, hasta que encontremos a los lobos.
- ¿Matar? ¿Cómo podemos hacerlo?
- ¿Que cómo podemos hacerlo?
- ¡No podemos matarnos entre nosotros como bestias! ¡Me niego a participar en esto!
- Eso es exactamente lo que diría un lobo.
El viejo escupió, sacó una pistola y descerrejó un tiro sobre el dubitativo IvanQ, que cayó muerto al momento.
- Vaya, ese no era lobo. ¡Pero actuaba como tal!
Un ruido sonó fuera de la sala. El viejo se desquició.
- Los lobos, ¡A por ellos!
Fuera solo estaba Spion, con una caja en las manos.
- ¿Quién es este palurdo?
- Es Spion, un presidente que acaba de dimitir.
-¿Dimitir? ¡De aquí no sale nadie! Volved a vuestras habitaciones antes de que nos coman a todos.
- Sí señor. Pero... No nos has dicho tu nombre.
- ¿Mi nombre? Sí, claro, necesitáis un nombre. Muy bien, podéis llamarme... Van Helsing.
Os recuerdo a los fallecidos: Testamento por MP al máster.