RESOLUCIÓN NOCTURNA
La compañía de Kenshin estaba de luto. Kaoru lloraba mientras acariciaba por última vez los cabellos pelirrojos de Kenshin, jamás le volvería a ver. Tras el funeral, en Kyoto, en presencia de los ninjas Oni y del resto de la compañía juró en memoria de su amado, eterna venganza y por una vez en la vida pudo entender por breve que fuera un poco de los sentimientos de Enishi y Tomoe. No había tiempo para lamentarse, debían dar el golpe definitivo. Se infiltraron en el cuartel en ruinas del Juppongatana clamando la cabeza de Shishio a lo que se encontraron su guardián, en la puerta:
Guardián: Largaos de aquí.
Kaoru: Apártate o te irás al infierno.
Guardián: ¿Con tu amado? -dijo irónicamente
Kaoru: Serás hijo...
Sanosuke: Déjalo, a este cabr** me lo cargo yo.
Seijuro: Ni hablar, yo vengaré la muerte de mi alumno, seguid sin mí. Os atraparé más adelante.
Seijuro, sin vacilación empezó la lucha, mientras sus compañeros siguieron adelante. Una vez todo despejado, ejecutó el golpe letal del Hiten Mitsurugi y con un ataque remató al guardián, que mientras desfallecía, no paraba de gritar "Banzai Shishio! Banzai!!"
Y el guardián murió. Seijuro, con lágrimas en los ojos se despidió de Kenshin en sus recuerdos, por última vez. "Qué tonto has sido siempre, alumno mío".