Mira que no soy yo de los que más juegan a juegos japos más allá de títulos concretos normalmente ya reputados (aunque este año le estoy dando más que de costumbre), pero lo de que la industria japonesa del videojuego se está yendo al garete y que le van a comer la tostada en dos años lo llevo leyendo una década y ahí sigue, con momentos mejores y peores, evidentemente y como todas, pero siendo de las más potentes del planeta.