En La Voz de Galicia podemos
leer que un juez ha absuelto a un inmigrante acusado penalmente por la venta de cds piratas tras la actuación de oficio de la Guardia Civil. La sentencia admite que actualmente estos delitos pueden ser perseguidos de oficio, pero que dada su
escasa antijuricidad (un beneficio económico menor de 300 euros) no se justifica el despliegue de medios policiales, haciendo hincapié en que se evite criminalizar conductas identificables con las infracciones civiles cuando éstas no tengan una gran trascendencia.
Las conclusiones son muy interesantes, ya que muestran la posición de los jueces frente a la nueva tendecia legislativa de criminalizar conductas menores por la presión de determinadas industrias.