PRAD, revista especializada en el mercado de las pantallas de consumo y profesionales, opta por la muy diplomática práctica de señalar el pecado pero no el pecador, así que desconocemos qué fabricantes están vendiendo monitores con paneles de mayor densidad de la anunciada. La diferencia entre unos y otros es significativa, puesto que un panel 4K posee una resolución de 3840 x 2160 píxeles, mientras que uno QHD ilumina 2560 x 1440 puntos.
Según PRAD, razones de costo y de suministro podrían hacer recomendable el uso de estos paneles de mayor resolución en monitores oficialmente QHD. ¿Cómo es entonces que su recuento de píxeles sea menor? Fuentes consultadas por PRAD afirman que las compañías reducen la resolución plasmada en pantalla mediante el firmware, manteniendo así la coherencia con las especificaciones del etiquetado y evitando problemas de configuración o rendimiento.
Las personas que ya estén pensando en si una actualización de firmware permitiría convertirlos en auténticos monitores 4K deberían evitar hacerse ilusiones, puesto que las fuentes de FRAD indican que un simple parcheo no es suficiente.
El uso de un panel 4K en un monitor con resolución QHD se puede apreciar por la presencia de fuentes estáticas ligeramente borrosas (imágenes en movimiento y vídeos no muestran problemas de nitidez) y el hecho de que el tamaño del píxel declarado es significativamente mayor. Un monitor 4K de 27 pulgadas tiene un tamaño de píxel de 0,16 mm, cuando una pantalla QHD del mismo tamaño tiene un píxel de 0,23 mm.
Por ahora se desconoce qué monitores QHD utilizan en realidad paneles 4K, pero es de imaginar que esta noticia hará que más de una publicación especializada empiece a examinar los píxeles con lupa.
Los nuevos monitores 4K con G-Sync tienen 3 GB de RAM propios
Los reducidos márgenes de beneficios y la necesidad de mantener una producción estable para sostenerlos empujan ocasionalmente a los fabricantes a tomar medidas inexplicables para el consumidor medio. En la parte más alta del mercado, sin embargo, no existen esta clase de problemas. Un ejemplo es el Asus ROG PG27UQ, uno de los abanderados de la nueva gama de monitores G-Sync 4K con HDR.
Según ha podido comprobar PC Perspective durante un minucioso despiece, esta pantalla integra nada menos que 3 GB de memoria DDR4-2400 para el procesamiento del refresco variable adaptativo. Esta notable cantidad de RAM forma parte intrínseca de una sofisticada FPGA Intel Altera Arria 10 GX 480, utilizada por el módulo de control de Nvidia.
Este hardware, mucho más potente que los anteriores ASIC utilizados por Nvidia, destaca no solo por su potencia, sino también por su elevadísima capacidad de programación. También por su mayor coste y tamaño, motivo por el cual solo están siendo utilizados en productos de gama muy alta.
El Asus PG27UQ tiene un PVP en España de 2.599 euros. Pese a su elevada tarifa, el monitor (junto al resto de las primeras pantallas G-Sync a 4K y con HDR) está recibiendo críticas por emborronar la imagen a 144 Hz, velocidad que solo pueden alcanzar mediante el uso de chroma subsampling debido a las limitaciones de ancho de banda del estándar DisplayPort 1.4. Por este motivo se recomienda su uso en juegos a 120 (4K + 8 bpc/SDR) o 98 Hz (4K con 10 bpc/HDR).