Según relata AMD, el SoC en cuestión combina un total de cuatro núcleos Zen a 3,0 GHz y ocho hilos de procesamiento con una unidad gráfica Vega a 1,3 GHz compuesta por 24 compute units. El conjunto se redondea con un total de 8 GB de GDDR5. Se trata de una propuesta llamativa si se compara con la APU Ryzen 5 de primera generación, puesto que duplica (y más) el número de compute units de la GPU al tiempo que reduce sensiblemente la velocidad de reloj de la CPU.
De acuerdo con AnandTech, las especificaciones técnicas de este SoC sin nombre oficial lo aproximan en cierta medida a los procesadores Intel con gráficos RX Vega integrados. La publicación alemana Computerbase estima una potencia de aproximadamente 4 TFLOPS, asemejando sus prestaciones estrictamente numéricas a las de una PlayStation 4 Pro. Mucho músculo para lo que se suele estilar dentro de los ordenadores para juegos compactos y de bajo consumo. El ruido oscila entre 25 y 33 decibelios dependiendo de la carga de trabajo.
Resulta sumamente intrigante el hecho de que AMD haya confeccionado un SoC específico para un fabricante en un principio no muy relevante como Subor. No estamos hablando de un trabajo sencillo ni posiblemente económico, por mucho que el fabricante haya podido derivarlo de sus futuros desarrollos para ordenadores portátiles. Queda por tanto la duda de si se trata de un encargo exclusivo para su rentable división de chips personalizados (a cargo de proyectos como el desarrollo de hardware para consolas) o si por el contrario AMD tiene intención de seguir explotando este diseño ofreciéndolo a otras casas.
Sea como sea, Subor lanzará su miniordenador para juegos este mismo mes de agosto. La ficha técnica contempla la presencia de una unidad SSD de 128 GB, un disco duro de 1 TB y Windows 10, todo ello a un precio de 4.998 yuanes, unos 630 euros al cambio.