Durante la polémica por las filtraciones de Wikileaks y las medidas de presión contra ella por gobiernos y entidades financieras, internautas de todo el mundo atendieron a la llamada de Anonymous para atacar las webs de PayPal, Visa y MasterCard. Estos ataques de denegación de servicio distribuidos (DDoS) han sido organizados también para muchas otras protestas, sin ir más lejos contra la ley Sinde.
En España, hace solo un mes que estas acciones pueden ser constitutivas de delito, pero en otros países podrían serlo desde hace tiempo. Es el caso del Reino Unido y los Estados Unidos, en el primero la policía ha arrestado a cinco personas, de entre 15 y 26 años; mientras que en EEUU el FBI ha practicado 40 registros, algunos a punta de pistola. Según ha explicado el FBI en una nota de prensa, facilitar o llevar a cabo ataques DDoS es ilegal, punible con hasta 10 años de prisión, y expone a los participantes a importantes responsabilidades civíles.