La edición de la que a efectos prácticos será la tercera edición de la Enciclopedia China (anteriormente editada en papel, aunque también existe una versión online) requerirá un esfuerzo monumental por parte de las autoridades, que según el diario South China Morning Post enrolarán a más de 20.000 autores pertenecientes al mundo académico para crear sus artículos. Procedentes de universidades e institutos de investigación, estos redactores deberán escribir 300.000 entradas de unas 1.000 palabras cada una para crear una obra el doble de grande que la más conocida Enciclopedia Británica y del mismo tamaño que la Wikipedia en chino.
El editor jefe del proyecto será Yang Muzhi, presidente de la Asociación de Distribución de Libros y Periódicos de China. Según Muzhi, "el primer libro digital para 'todo' de la nación" no será un libro en sí mismo, sino "una Gran Muralla de cultura" que superará a la Wikipedia en términos de calidad. De acuerdo con el responsable del proyecto, "los lectores la consideraban legítima, fiable y se declaraba como una 'enciclopedia libre que cualquiera puede editar', lo que resulta cautivador, pero tenemos el equipo de autores más grande y de mayor calidad del mundo [...] nuestra meta no es alcanzarla, sino superarla".
En estos momentos la Wikipedia es accesible desde China, pero algunos artículos (principalmente relacionados con asuntos políticamente delicados en el gigante asiático) son censurados por el conocido como Gran Cortafuegos, resultando en la pérdida de conexión al sitio.
El desarrollo de la nueva Enciclopedia China coincide con un endurecimiento de las leyes que regulan la publicación de contenidos en Internet en virtud de la política de "cibersoberanía" emprendida por el presidente Xi Jinping. Una de las últimas medidas aprobadas ha resultado ser también una de las más polémicas: a partir del 1 de junio todos los miembros de un departamento editorial que cubra "cuestiones políticas, económicas, militares o diplomáticas en artículos de opinión en blogs, sitios, motores de búsqueda, aplicaciones de mensajería instantánea y todas las demás plataformas que seleccionan o editan noticias e información" deberán ser aprobados por las autoridades nacionales o locales.