Esta función, orientada al uso del interfaz de la consola y las fuentes 2D como los juegos no preparados para PSVR o las aplicaciones de vídeo en PS4, permite normalmente tres modos de visualización: uno en el que la imagen se muestra en el centro de nuestro campo de visión de forma fija (siguiendo en el centro aunque movamos la cabeza), otra (la opción por defecto) que presenta una gran pantalla a una distancia media y usa el posicionamiento relativo para reflejar nuestros movimientos y una última que simula una pantalla todavía mayor de aproximadamente 226 pulgadas, con sus extremos llegando más allá de nuestra visión periférica.
Según los primeros informes esta forma de visualización, totalmente compatible con fuentes como un PC u otras consolas, no introduce un retraso notable con respecto a un televisor o monitor normal, permitiendo su uso para juegos. Cabe recordar eso sí a los que piensen en sustituir su dispositivo de visualización habitual por un PSVR que la resolución del panel, una vez filtrada la imagen, aplicando la distorsión de las lentes y teniendo en cuenta la distancia a la pupila, no es la más indicada para reflejar la calidad de imagen de la fuente original.
Tampoco se ha llevado a cabo por ahora ningún avance que permita emplear los datos de posicionamiento del sistema en un PC ni otra forma de poder aprovechar el visor (en su modo nativo) para los títulos compatibles con otros dispositivos de RV como Oculus Rift o Vive. En la propia consola PlayStation 4, las capacidades de seguimiento del casco se emplearán (además de en los juegos) en aplicaciones específicas como las de visualización de fotografías y vídeos grabados con sistemas de captura en 360º.