Esta versión de su plataforma de mensajería instantánea fue pensada para menores de 13 años y cuenta con funciones de control específicas que facilitan la creación de listas de contactos supervisadas por los padres. Recientemente algunos de ellos han podido ver que la red social ha estado eliminando discretamente grupos de conversación, y ahora la compañía ha reconocido que se debe a una deficiencia que permitía sortear una de las limitaciones claves de la aplicación.
Según ha podido saber The Verge a través de Facebook, Messenger Kids permitía que el creador de un grupo invitara a a cualquiera de sus amigos sin necesidad de que el nuevo miembro fuera aprobado por los padres del resto de los niños en la conversación. El resultado de este fallo de diseño ha sido la creación de grupos de conversación con usuarios no autorizados, lo que básicamente anula la propia razón de ser de Messenger Kids.
Facebook indica que se han enviado miles de alertas por este motivo y cerrado los grupos en cuestión. Asimismo, los padres han recibido un aviso con información adicional. El asunto es delicado desde un punto de vista ético pero también legal, puesto que los datos privados de menores y las conversaciones que puedan mantener tienen un consideración especial en muchas legislaciones, lo que sin duda habrá puesto en guardia tanto a las autoridades de numerosos países como a los abogados de la red social.
Un producto que simplemente invita a la polémica
Messenger Kids es posiblemente una de las iniciativas más polémicas de Facebook. Lanzada en 2017 como una alternativa más segura a Messenger, permite registrar una cuenta sin proporcionar más detalles que un nombre e incorpora opciones de supervisión específicas. Asimismo, está desprovisto de compras y tampoco recopila datos personales con fines publicitarios.
A pesar de estas diferencias con la aplicación estándar, diversas asociaciones y especialistas han mostrado su abierto rechazo a Messenger Kids por su capacidad para almacenar conversaciones y fotografías de menores, así como por la pobre reputación de Facebooken materia de protección de datos.