Desde hace algún tiempo en la industria de los videojuegos se está iniciando una ofensiva contra la venta de juegos de segunda mano, por considerar que afecta negativamente a su negocio. Muchos de los dedos acusadores en Estados Unidos señalan a la cadena de tiendas GameStop, la cual vende juegos usados junto a los nuevos, logrando grandes beneficios con este comercio de 2ª mano. Y, precisamente, uno de los directivos de GameStop ha defendido esta práctica delante de sus proveedores en el DICE.
Según la compañía toda la industria sale beneficiada ya que nuevos jugadores se introducen en el mercado, prueban juegos que de otra forma no habrían comprado y, en cualquier caso, solo el 4% de las ventas de 2ª mano corresponden a juegos publicados en los últimos 2 meses. Además, el 70% del dinero que obtienen los vendedores es utilizado para comprar nuevos juegos, costeándose el 14% de las compras de juegos nuevos con dichos ingresos.
Pero en la industria también hay quien ve con buenos ojos estas prácticas. Chris Lewis, vicepresidente de la división de entretenimiento interactivo de Microsoft para Europa, opina que gracias a ello más y más gente toca, juega y experimenta juegos a los que no habrían accedido de otro modo. Cree que es parte del ecosistema y que puede convivir perfectamente con la venta online de contenidos adicionales.