Las operaciones orquestadas por ambas agencias para obtener las claves se llevaron a cabo entre 2010 y 2011. En ese momento ya habíamos implementado un sistema de transferencia segura, lo que haría de la obtención de claves algo tremendamente difícil. Solamente en raras excepciones se podría haber llevado a cabo un esquema de ataque así y, de ser posible, las agencias sólo serían capaces de espiar las comunicaciones enviadas a través de redes 2G. Las conexiones 3G y 4G no son vulnerables a estos métodos de ataque.