SmartFlash no hace productos, no tiene empleados, no crea puestos de trabajo, no tiene presencia en Estados Unidos y está explotando nuestro sistema de patentes en busca de regalías por la tecnología que Apple inventó. Nos negamos a pagar a esta empresa por las ideas de nuestros empleados, quienes pasaron años innovando. Por desgracia no nos han dejado otra opción que tomar esta lucha a través del sistema judicial.