Comenzando por el asunto monetario, Intel logró durante los primeros tres meses de 2018 unos ingresos récord de 16.100 millones de dólares, los más altos jamás obtenidos por la compañía durante este periodo de año. En comparación, el primer trimestre de 2017 registró unos ingresos de 14.800 millones. El margen bruto sigue siendo muy elevado, como corresponde en los cánones de Intel, con un 60 % (lo que supone sin embargo una ligera reducción frente al 63,1 % del trimestre anterior).
Hechas las cuentas, al final Intel registró un beneficio neto de 4.500 millones de dólares, que es básicamente lo mismo que lo obtenido el año pasado por estas fechas. Todas las divisiones de Intel han registrado mejoras interanuales, incluyendo el grupo Client Computing. Este es un dato significativo, puesto que logró crecer un 3 % a pesar de que las ventas de ordenadores llevan tiempo sin despegar y ahora tiene que hacer frente a una mayor competencia por parte de AMD.
Jim Keller ficha por Intel y Cannon Lake 10 nm no llegará en masa hasta 2019
En otro orden de cosas, poco antes de dar a conocer sus últimas cifras Intel confirmó oficialmente la contratación de Jim Keller, cuyo salto al fabricante de Santa Clara ya estaba circulando en forma de rumor. Keller es uno de los ingenieros más reconocidos de la industria informática. Bajo su dirección técnica AMD logró plantar cara a Intel gracias a los procesadores K7 y K8, en cuyos proyectos colaboró y lideró, respectivamente.
Conocido por saltar de empresa a empresa cada pocos años, Keller abandonó AMD en 1999 y pasó por múltiples compañías antes de recalar en Apple allá por 2008, donde trabajó en los chips A4 y A5. En 2012 volvería de nuevo a AMD, esta vez para dirigir uno de sus proyectos más exitosos: el desarrollo de la microarquitectura Zen. Tres años después volvió a abandonar AMD para sumarse a las filas de Tesla, donde ocupaba el puesto de vicepresidente de ingeniería de hardware para sus sistemas de conducción autónoma.
Con su fichaje por parte de Intel (donde se reunirá con Raja Koduri, hasta hace poco jefe de Radeon), Keller básicamente puede presumir de haber pasado por prácticamente todas las grandes casas de desarrollo de hardware de Silicon Valley. Según ha señalado Intel, Keller se incorporará en calidad de vicepresidente senior para liderar las actividades de diseño e integración de tecnologías system-on-chip (SoC).
Por último, Intel ha señalado que el esperado salto a los 10 nm tardará más tiempo del previsto inicialmente. Según ha explicado la compañía durante la conferencia ofrecida a prensa y accionistas, 2019 es ahora la fecha prevista para el lanzamiento de los primeros procesadores Cannon Lake a 10 nm, por lo que su catálogo seguirá siendo fabricado en los ya conocidos 14 nm.
Al parecer, la transición al nuevo proceso de 10 nm está siendo bastante compleja e Intel se enfrenta a dificultades a la hora de obtener los volúmenes deseados, por lo que la producción en masa no tendrá lugar hasta el año que viene. Cabe señalar que Intel ya ofrece algunos productos a 10 nm, pero en cantidades limitadas. El salto al nuevo proceso, mucho más eficiente y con capacidad para brindar mayores velocidades de reloj, todavía tardará un tiempo en ser una realidad palpable para los usuarios domésticos.
Cannon Lake será la primera familia de chips Core basados en el nuevo proceso de 10 nm. Inicialmente previstos para finales de 2017 y englobados en la octava generación, han sufrido ya varios retrasos importantes. En un primer lugar la idea era lanzar una primera remesa especialmente orientada a equipos portátiles, que se beneficiarían más que ningún otro de su mayor eficiencia, para más tarde lanzar versiones de mayor potencia orientadas a equipos de sobremesa.