Según señala LaLiga en la propia aplicación, esta medida busca proteger a los equipos para "detectar fraudes en el consumo de fútbol en establecimientos públicos no autorizados". Se trata de una maniobra que ha despertado numerosas dudas sobre las capacidades de captación de datos y sus implicaciones en lo relacionado con la privacidad de los usuarios, por lo que LaLiga ha publicado una nota aclaratoria.
Según el comunicado, LaLiga "nunca" accederá al contenido de las grabaciones y solo activa los elementos de captación de datos (micrófonos y GPS) durante el horario de los partidos. Esta información se convierte "un código binario en el propio dispositivo" que después es contrastado con un código de control para ver si se está viendo un partido, eliminando los datos captados si no coinciden entre sí.
Sin conocer los detalles técnicos concretos, se podría entender que la aplicación "escucha" la información del entorno y la georreferencia. Comparando los sonidos grabados con las transmisiones aprobadas por LaLiga, se puede saber si el usuario está viendo un partido de fútbol. Si es así, LaLiga puede utilizar la información de posicionamiento obtenida mediante el GPS para comprobar si el usuario se encuentra en un bar con la correspondiente licencia o no.
Pantalla de condiciones de la aplicación. La activación del micrófono y el GPS es voluntaria.
Desde LaLiga se asegura que los códigos no están asociados a un nombre de usuario sino a una dirección IP y a un "ID" asignado por la aplicación. Es un claro intento por hacer ver que la información está siendo anonimizada. Ahora bien, puede hablar mucho sobre lo que LaLiga considera información personal o anónima, considerando que todos estos datos son asociados a una ID única y una dirección IP.
La trazabilidad de la información captada por la aplicación de LaLiga es elevada. A esto se suma el hecho de que LaLiga mantiene la información capturada cuando los códigos de control coinciden con una emisión de un partido de fútbol. De esta forma LaLiga podría saber con un elevadísimo nivel de detalle quién está viendo un partido y dónde, estableciendo patrones de consumo e incluso generando mapas sociales de usuarios.
El uso de micrófonos y receptores GPS para enviar publicidad dirigida y establecer mapas de calor no es algo nuevo. Lo que sí resulta más llamativo es que una entidad tan conocida como LaLiga lo haga de forma tan abierta. También es necesario decir que la grabación de audio y la función de localización son opcionales. El usuario debe activarlos manualmente cuando la aplicación le pide aceptar las condiciones de uso, y es posible ejecutar la aplicación con normalidad sin marcar dicho campo. Sea como sea, queda por ver en si la reacción del público afecta a la disponibilidad de dicha prestación o si por el contrario LaLiga decide mantenerla pese a la desconfianza suscitada.