La idea en sí misma no es en absoluto nueva, como bien saben los propietarios de un teclado mecánico de gama alta, pero supone un guiño por parte de Logitech a una clientela bastante detallista y que hasta ahora se le escapaba. En esencia, el teclado es un derivado del Logitech G PRO tradicional, pero con un extractor de mecanismos que permite cambiar los interruptores usando paquetes de 92 teclas ofrecidos directamente por Logitech.
La compañía, recordemos, no utiliza switches Cherry, sino un diseño propio que en este producto denomina GX. Por este motivo, personalizar los teclados de Logitech no resultaba tan sencillo como en modelos especializados de otras firmas.
Los interruptores GX azules son ruidosos y tienen cierto rebote, mientras que los rojos son silenciosos y suaves. Finalmente encontramos unos GX marrones de tacto blando y ruido muy reducido pero con cierto "rebote táctil". Una vez adquirido el teclado (que vendrá de serie con cualquiera de los interruptores mencionados), el consumidor podrá comprar paquetes con 92 interruptores para configurarlo a su gusto.
Por lo demás, el Logitech Pro X tiene un diseño compacto sin teclado numérico independiente, iluminación RGB, 12 teclas de función programables y conexión USB mediante un cable desmontable de 1,8 metros. El precio es de 155 euros y ya se encuentra a la venta en el sitio de Logitech G.
La página europea aún no han sido actualizada con los juegos de interruptores, pero en Estados Unidos tienen un precio de 50 dólares por cada caja de 92, independientemente del color deseado.