Aunque la página oficial abierta por Microsoft no aporta más detalles aparte de la fecha y la localización (es más, ni siquiera refleja la hora), Panos Panay, jefe de dispositivos de la compañía, ha señalado a través de Twitter que estará presente en la cita y que aparentemente versará en mayor o menor medida sobre Surface.
En estos momentos la gama Surface ya es tan completa que no parece que Microsoft tenga intención de añadir un modelo totalmente nuevo, a menos que quiera sorprendernos con el ya casi mitológico Surface Phone. En lugar de ello, posiblemente la compañía presente el relevo de la versión Pro y tal vez pequeñas actualizaciones para el resto de la familia. Las últimas informaciones hacen pensar en que el hipotético Surface Pro 5 no supondrá un cambio radical en el dispositivo, que recibiría procesadores Kaby Lake y retendrá el conector propietario de la gama Surface por motivos de retrocompatibilidad (que no es algo baladí en el mundo empresarial).
Lo que parece relativamente improbable es que Microsoft vaya a utilizar este evento para dar a conocer los primeros dispositivos con Windows 10 basados en procesadores ARM, puesto que según señaló recientemente Qualcomm, estos equipos no se materializarán hasta el cuarto trimestre de 2017. Algo más sorprendente sería la ausencia de novedades relacionadas con Windows Mixed Reality (por muy ínfimas que sean), especialmente viendo que Microsoft no dudó en promocionar este tipo de tecnologías durante el evento en el que desveló el Surface Book.