Esencialmente una versión algo más veloz y con mayor capacidad de procesamiento que la Titan X que ya conocíamos, la nueva Titan Xp incorpora un total de 3.840 núcleos CUDA (tantos como la tarjeta profesional Quadro P6000) frente a los 3.584 del modelo del que desciende y eleva modestamente la velocidad de reloj boost de 1.513 a 1.582 MHz. La memoria también ha sido objeto de algunos ajustes, elevando su velocidad de 10 a 11,4 Gbps e incrementando el ancho de banda hasta los 547.7 GB/s (480 GB/s en la Titan X).
Todos estos cambios redundan según Nvidia en un rendimiento que sube desde los 11 teraflops de la Titan X a los 12 teraflops de su nueva tarjeta, que por lo demás mantiene sus 12 GB de memoria GDDR5X. Este cañón gráfico posee potencia suficiente para mover cualquier posible escenario de realidad virtual con la máxima fluidez por sí solo, aunque siempre queda la opción de añadir tarjetas adicionales en SLI si se quiere tirar la casa por la ventana. Nvidia cifra en 250 vatios los requisitos de potencia de la tarjeta, recomendando un sistema de 600 vatios.
A medio camino entre tarjeta profesional y producto orientado a power users irredentos, la nueva Titan Xp ya está disponible en la tienda oficial de Nvidia a un precio de 1.349 euros.