Hasta ahora Razer ofrecía el Blade Stealth con una pantalla de 12,5 pulgadas y resolución QHD (2.560 x 1.440) o 4K (3.840 x 2.160). La nueva versión, que no llega a ser un salto generacional completo ni sustituye el portátil 4K (de hecho se mantiene en la oferta de la firma), introduce un panel táctil IGZO Quad HD+ (3.200 x 1.800) de 13,3 pulgadas.
No solo es sensiblemente más grande, sino que se engasta en unos marcos la mitad de gruesos (los del modelo de 12,5 pulgadas no eran precisamente esbeltos) y ofrece unas prestaciones interesantes de cara a su uso para edición fotográfica y de vídeo, con 400 nits de brillo y la capacidad de cubrir el 100% del espacio sRGB. No posee refresco adaptativo o HDR, pero eso es porque el Blade Stealth no es un equipo de propósito lúdico.
El resto de la ficha técnica del nuevo Blade Stealth de 13,3 pulgadas refleja la presencia de un procesador Intel Core i7-7500U, 16 GB de RAM, un máximo de 1 TB en almacenamiento SSD y el mismo repertorio de puertos que el modelo anterior, con dos USB 3.0 de tamaño completo, una salida HDMI 2.0a y un conector USB-C compatible con Thunderbolt 3. Según Razer, su autonomía es de 9 horas. El peso del equipo de 13,3 pulgadas es de 1,33 kg.
Si bien Razer comercializará el Blade Stealth en Europa, España no aparece en la lista de mercados de lanzamiento. En Estados Unidos la nueva versión de 13,3 pulgadas partirá de los 1.399 dólares (256 GB) y tocará techo en los 1.999 dólares del modelo con 1 TB.