A nivel técnico el Galaxy S8 Active no deja de ser una versión rugerizada del modelo más sofisticado de Samsung, compartiendo con él su procesador Snapdragon 835 (que es el utilizado en las variantes para EEUU) y una cámara trasera de 12 MP aneja al reposicionado lector de huellas dactilares. La principal novedad reside en el uso de una carcasa más resistente que oficialmente le protege frente a caídas a una altura máxima de 1,5 metros sobre una superficie plana.
Vídeo promocional publicado por el operador AT&T.
Pantalla Super AMOLED de 5,8 pulgadas 2.960 x 1.440
Snapdragon 835
4 GB de RAM
64 GB de almacenamiento (ampliables)
Cámara trasera de 12 MP (f1.7) con estabilización óptica
Cámara delantera de 8 MP con enfoque automático
Sensor de huellas dactilares
Lector de iris para identificación
Batería de 4.000 mAh con carga rápida
Carga inalámbrica
USB-C
Resistencia al agua IP68
El uso de esta nueva carcasa, sin embargo, tiene un precio, y es que su pantalla de esquinas redondeadas ya no se extiende de lado a lado, dejando hueco a unos marcos tan sustanciales como comprensibles dada la orientación del dispositivo. En cierto modo es como comprar un Galaxy S8 con funda protectora incorporada. La nueva pantalla del Galaxy S8 Active también tiene un impacto significativo a nivel de funcionalidad, y es que pone fin a los característicos botones físicos frontales de la gama Active (muy prácticos a la hora de manipular el teléfono con guantes o las manos sucias).
En el lado positivo, sus nuevas cotas han permitido acomodar una batería de 4.000 mAh, superando así los 3.000 y 3.500 mAh de los Galaxy S8 y Galaxy S8+, respectivamente.
Claramente más sofisticado que modelos de corte intermedio como el LG X venture, el Samsung Galaxy S8 Active solo ha sido anunciado por ahora para EEUU. Su precio será de 850 dólares con el operador AT&T, que tiene la exclusiva. Por ahora se desconoce si saldrá a la venta en España, pero cabe señalar que la distribución de la gama Active en nuestro país ha sido algo irregular.