El incentivo económico no es precisamente pequeño, y es que Samsung llegará a pagar un máximo de 200.000 dólares (unos 166.400 euros al cambio) dependiendo de la gravedad del bug. La recompensa mínima será de 200 dólares, según informa The Verge. Como era previsible, Samsung exigirá una prueba de concepto a los participantes.
Si bien técnicamente el programa de caza de bugs de Samsung dio comienzo a comienzos del año pasado, hasta ahora no había salido de fase beta. Los hallazgos realizados por los expertos en seguridad durante todo este tiempo han tenido que ser lo suficientemente interesantes si se considera la cuantía de las recompensas.
Los bugs descubiertos a través de esta cacería colectiva deberían ser corregidos mediante las actualizaciones de seguridad que Samsung lanza con carácter mensual para algunos de sus dispositivos. Estos parches comenzaron a llegar regularmente a partir de mediados de 2015, coincidiendo con el descubrimiento de una serie de vulnerabilidades de gran calado en Android como Stagefright.
De acuerdo con la información facilitada, "el programa cubrirá todos los dispositivos móviles de Samsung que actualmente están recibiendo actualizaciones de seguridad mensuales y trimestrales, un total de 38 dispositivos". La gama de productos Tizen no parece encontrarse entre ellos. Más allá de los teléfonos móviles y/o tabletas en cuestión y del propio sistema operativo, Samsung también busca poner a prueba la seguridad de servicios como Samsung Pay, Samsung Pass y su asistente virtual Bixby.
Los interesados en participar como colabores en el programa de caza de bugs de Samsung pueden registrarse en el minisitio oficial abierto para tal efecto.