Aunque desde hace tiempos se está investigando la posibilidad de utilizar las propiedades del grafeno para crear baterías de altísimas prestaciones y bajo coste, el diseño elaborado por Samsung (que también ha trabajado con su filial Samsung SDI y científicos de la Escuela Nacional de Ingeniería Química y Biológica de Seúl) todavía se basa en la tecnología de iones de litio.
El grafeno, que en este caso adopta la forma de una diminuta palomita de maíz, sería utilizado en la capa protectora del ánodo y el cátodo de la batería, incrementando la capacidad y la velocidad de carga al tiempo que mantiene una temperatura de 60 grados.
Según los cálculos de Samsung, una batería de iones de litio basada en la tecnología de "bolas de grafeno" debería cargarse en solo 12 minutos frente a una unidad convencional que requeriría en torno a una hora.
Las cifras de rendimiento de este tipo de baterías no solo serían interesantes de cara al lanzamiento de teléfonos de carga fulgurante y mayor autonomía (o menor grosor, como parecen preferir muchos fabricantes cuando han de elegir entre tamaño y capacidad), sino que también para el desarrollo de vehículos eléctricos con unas prestaciones muy superiores a las actuales. Aquí sería especialmente crítica su capacidad para mantener temperaturas técnicamente aceptables con una gran estabilidad.
La síntesis de estas bolas de grafeno microscópicas se realiza utilizando silicio, lo que debería ayudar a reducir los costes de producción. En cualquier caso, estamos hablando de una tecnología todavía experimental y sin vistas de llegar al mercado de consumo a corto plazo, por lo que nadie debería esperar el próximo lanzamiento de un Samsung Galaxy con una batería de este tipo.