Ahora la compañía ha confirmado esta trayectoria ascendente con un nuevo trimestre de cifras récord.
Según ha señalado Samsung, durante el tercer trimestre de 2017 la compañía registró el mayor beneficio operativo de su historia, con un total de 14,53 billones de wones (11.160 millones de euros). Esta cifra casi triplica los resultados obtenidos durante el mismo periodo del año anterior. El beneficio neto, por su parte, se estima en 11,1 billones de wones (8.500 millones de euros), casi un 250% más que hace un año. Los ingresos brutos fueron de 62,05 billones de wones (47.730 millones de euros).
El informe financiero señala que buena parte de estos beneficios se pueden atribuir al lanzamiento del Galaxy Note 8 y el nuevo Galaxy J, aunque los ingresos procedentes de la venta de teléfonos móviles disminuyeron trimestre a trimestre debido a la mayor representación de terminales pertenecientes a las gamas media y baja.
Una vez más, la venta de semiconductores está demostrando ser el nuevo filón de Samsung. La compañía señala de forma más concreta los "fuertes ingresos" obtenidos con la venta de chips NAND y DRAM. Samsung, que no en vano es uno de los mayores fabricantes de chips de memoria, se ha visto particularmente beneficiada por un mercado al alza cuyos precios que no dejan de crecer.
Por otro lado, Samsung ha nombrado no uno, sino tres nuevos consejeros delegados para atajar una crisis interna que por ahora parece más política que económica. Para evitar las acusaciones de concentración de poder que rodearon a la anterior dirección, Samsung ha designado a Kim Hyun-suk como CEO del departamento de electrónica de consumo, Koh Dong-jin (más conocido como DJ Koh, habitual en las conferencias de la firma) dirigirá el departamento de telefonía e informática, y Kim Ki-nam se convertirá en CEO de la potente división de componentes.