Conocido como Samsung Automotive Innovation Fund, el fondo ya ha realizado una primera inversión en la alemana TTTech, una compañía "líder en el campo de las redes robustas y los controles de seguridad" que recibirá 75 millones de euros. No se trata de una firma precisamente novata, puesto TTTech ya mantiene una colaboración con Audi, cuyas tecnologías forman parte del sistema de conducción automatizada del nuevo Audi A8.
Se da la circunstancia de que Samsung también es social de Audi, puesto que el fabricante surcoreano suministra procesadores Exynos para sus centros multimedia y de navegación.
Si bien este fondo puede parecer una minucia al lado de maniobras como la compra de Mobileye por 15.000 millones de dólares por parte de Intel, es importante señalar que no hace tanto Samsung pagó 8.000 millones de dólares para hacerse con Harman, implicada en el desarrollo de una plataforma de computación en la nube para vehículos autónomos.
Algunos analistas señalan que el interés de Samsung en este tipo de tecnologías tiene que ver con la necesidad de encontrar nuevos vectores de crecimiento, y es que la compañía prácticamente ya abarca todos los segmentos de la electrónica de consumo. Si quiere seguir prosperando, deberá abrirse a otros mercados.
De entrada Samsung ya ha solicitado los permisos correspondientes para realizar pruebas de vehículos sin conductor en Estados Unidos y Corea del Sur, pero aún se desconoce si piensa fabricarlos por sí misma o si por el contrario se limitará a desarrollar tecnologías que después serán licenciadas a otras empresas.