Y es que según podemos leer en el Financial Times, los japoneses han invertido recientemente en la participación del 2% de ZMP, una startup del país dedicada a la fabricación de coches autónomos. El diario explica que tras el acuerdo se espera que ambas firmas se retroalimenten, de forma que combinen los conocimientos de ZMP con los coches y la experiencia de Sony con los sensores de imagen y sus cámaras.
El movimiento de Sony viene a reforzar la idea de que algo está cambiando en la industria. La creación de coches sin conductor por parte de Google o la más que posible entrada al sector de Apple son claros ejemplos de ello. Además, según el diario, los japoneses tienen un valor añadido en el desarrollo de coches autónomos: sus cámaras y sensores (un mercado en el que Sony sigue copando los primeros puestos) ofrecerían un punto fuerte sobre la competencia.
Para Sony supondría un movimiento comprensible que buscaría diversificar campos. Por ahora, tan sólo se trata de una participación con la que tener presencia en el desarrollo de la industria de coches autónomos. Un riesgo menor (menos ingresos, de producirse) pero con un pie dentro de un mercado que apunta a un despegue en los próximos años.