Se trata de un informe académico independiente publicado por los investigadores Luis Aguilar (Joint Research Center) y Joel Waldfogel (National Bureau of Economic Research) donde se explica el impacto de la popular plataforma de música tanto en la venta legal como en las descargas ilegales.
Para verificar datos el texto estudió el número de reproducciones en streaming en Spotify de los top 50 de cada semana, lo hicieron analizando esas listas por países desde los meses de abril del 2013 hasta el mes de marzo del 2014. Los análisis también arrojaban conclusiones en cuanto al número total de escuchas por artistas.
Una vez obtenidos los resultados los compararon con los datos públicos que muestran la venta de música digital junto a informes que muestran el nivel de descargas promedio en torrent de alrededor de 8.000 artistas. Finalmente el estudio concluía que por cada 47 reproducciones en streaming de una misma canción en Spotify, se evitaba al menos una descarga ilícita de esa canción. Aunque el resultado no era igual y variaba según el país, en general el estudio confirmaba que sí existía un efecto que favorecía el uso lícito sobre las descargas ilegales.
Como decíamos al comienzo, esto no quiere decir que Spotify suponga un aumento de ganancias para el sector. El estudio concluye que, si bien potencia el uso del streaming legal sobre la “piratería”, Spotify y servicios similares producen un efecto de venta menor. La razón: las modalidades de pago mensual o gratuito por el streaming de una base o biblioteca musical reducen la compra en formato digital de música individual (como iTunes).