Al parecer, un grupo de hackers bajo el nombre de RANE Developments y liderado por Anthony Clark habría estado cometiendo un fraude electrónico desde el año 2013 hasta el 17 de septiembre del 2015, momento en el que el FBI comenzó a apoderarse de las propiedades de los cuatro.
El modus operandi de estos hackers consistía en la creación de un software que engañaba a los servidores de EA para que pensaran que sus cuentas habían jugado miles de partidos de FIFA en cuestión de segundos, lo que causaba que el juego, en vez de añadir pequeños montantes de la moneda virtual, depositara pagos que se multiplicaban exponencialmente. Después de conseguir de manera ilegítima el dinero virtual del juego, el grupo lo vendía por millones en los mercados negros de Europa y China.
En septiembre del 2015 los agentes comenzaron la investigación e incautaron millones de dólares en efectivo y propiedades del presunto grupo de hackers, incluyendo ordenadores, coches de lujo y consolas Xbox 360. En ese momento el FBI también tomó el control de casi 3 millones de dólares depositados una cuenta del Bank of America a nombre de Clark.
Las monedas de FIFA son objeto habitual de crítica por muchos usuarios, quienes alegan que la propia EA está traspasando los límites de lo que hasta ahora se consideraba comprar un videojuego con la explotación de la saga deportiva. Una de las acusaciones más frecuentes es la necesidad de realizar compras para disfrutar de ciertos contenidos, criticando las grandes diferencias entre los usuarios que compran con la moneda del juego y los que no.
El uso de una divisa virtual ha terminado derivando en un mercado de terceros. Basta una búsqueda rápida en Google para encontrar múltiples foros y páginas dedicadas a información y vendedores. Incluso existe un subreddit entero dedicado exclusivamente al comercio de monedas.
El juicio contra los hackers comenzó este lunes pasado. El proceso contará con testimonios del equipo de seguridad de EA, así como de los cuatro acusados y miembros de su familia.