Como resultado, Chrome 79 mostrará un aviso cada vez que se utilicen las credenciales de acceso de un sitio que haya experimentado filtraciones de contraseñas. Para ello contrastará la información introducida con una base de dato compuesta con más de 4.000 millones de claves cifradas y hasheadas. Google no recibirá la contraseña del usuario en sí misma, sino una copia SHA256 cifrada con una clave secreta desconocida para la propia compañía (quienes deseen una descripción más prolija pueden visitar el blog oficial de Google).
Con esta nueva característica Google espera que los usuarios que se hayan podido ver afectados por una filtración cambien sus contraseñas lo antes posible. De hecho, el propio navegador así se lo pedirá cuando detecte que las credenciales en cuestión pueden suponer un riesgo.
Por otro lado, Google también ha introducido en Chrome 79 un servicio que captura una pequeña fracción ofuscada de las URL visitadas (los primeros 32 bits de un hash SHA-256 para ser exactos, evitando así comunicar una dirección real) para contrastarla con una base de datos con direcciones conocidas por albergar sitios maliciosos o archivos potencialmente dañinos para el usuario. Esta medida complementa las protecciones predictivas contra el phishing activadas en Chrome, que muestran una advertencia al detectar la introducción de credenciales almacenadas en el gestor de contraseñas en sitios inusuales.
Finalmente, la última versión de Chrome integrará la API WebXR Device, facilitando la creación de experiencias para realidad virtual vía web, así como una descripción más detallada de la sesión de usuario iniciada para facilitar el uso compartido del mismo equipo entre varias personas.
Chrome 79 ya está disponible para su descarga. Según Google, las funciones descritas en esta noticia se activarán de forma progresiva a lo largo de las próximas semanas.