Donald Trump, la misma persona que como presidente de los Estados Unidos presionó para prohibir TikTok, pide ahora al Tribunal Supremo que suspenda temporalmente el veto al que se enfrenta la red social para que pueda negociar un acuerdo que la salve. La ley que prohibirá la plataforma en Estados Unidos si su propietaria china ByteDance no la vende entra en vigor el 19 de enero de 2025, y Trump no será investido presidente hasta el 20 de enero de 2025.
En un escrito amicus curiae presentado ante el tribunal, Trump dice se le debería conceder tiempo tras su toma de posesión para "buscar una solución negociada" a "través de medios políticos". En el texto asegura que solo él posee "la experiencia consumada en la negociación de acuerdos, el mandato electoral y la voluntad política para negociar una resolución que salve a la plataforma y aborde al mismo tiempo las preocupaciones de seguridad nacional expresadas por el Gobierno".
La semana pasada el Tribunal Supremo aceptó escuchar argumentos relacionados con la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, sobre un proyecto de ley aprobado en el Congreso que prohíbe TikTok en Estados Unidos por motivos de seguridad. La sesión tendrá lugar el 10 de enero. En su texto, Trump también comenta que la suspensión aliviaría el calendario y evitaría a la Corte posicionarse sobre un tema históricamente sensible como es la Primera Enmienda, que es la base del caso.
En su texto, Trump no ofrece detalles sobre el tipo de acuerdo del que habla ni dice de cuánto tendría que ser la prórroga para encontrar la solución que promete. Sí afirma que tener más de 14 millones de seguidores en TikTok y ser propietario de la plataforma Truth Social, lo sitúan en una posición "única para evaluar la importancia de TikTok como medio para la libertad de expresión". Es posible que el acuerdo que tenga Trump en mente implique que ByteDance venda una parte importante de TikTok a una empresa estadounidense.
El cambio de opinión de Trump, que ha pasado de presionar para prohibir TikTok a querer negociar su salvación, no parece casual. El magnate ha descubierto que puede usar la red social con éxito, recientemente se ha reunido con Shou Chew, director ejecutivo de TikTok, en su mansión de Mar-a-Lago en Florida, y entre sus mayores donantes encontramos a Jeffrey Yass, una de las personas más ricas del mundo que tiene una participación en ByteDance valorada en unos 21.000 millones de dólares.
