Warcraft III: Reforged, el remake del clásico juego de estrategia en tiempo real, no ha tenido el debut que Blizzard y los jugadores esperaban. Desde el lanzamiento del juego mediante Battle.net no han sido pocos los clientes que se han quejado de problemas técnicos y la ausencia de funciones que se habían prometido desde el anuncio de título en la BlizzCon 2018. Para atajar la polémica y el descontento, la compañía ha activado un proceso de reembolso automático y avanzado la llegada de actualizaciones.
Los interesados en recibir un reintegro de Warcraft III: Reforged solo deben acceder a este enlace y completar el proceso de forma automática. Antes era posible reembolsar la compra del juego, pero debía pedirse mediante una solicitud que podía ser o no aceptada. Blizzard no ha detallado qué requisitos deben cumplir los jugadores interesados en una devolución, pero en Reddit y EOL hay usuarios que han completado el proceso con éxito después de haber jugado varias horas a Warcraft III: Reforged.
En cuanto a los problemas técnicos de Warcraft III: Reforged, Blizzard ha mandado un mensaje a la comunidad afirmando que ha finales de esta misma semana liberará un parche que solucionará algunos errores. Entre los problemas que abordará la actualización se incluyen las incidencias con el Classic Mode, ajustes en las animaciones y la solución de fallos de audio e interfaz entre otros. También se trabaja en atajar los problemas del modo multijugador.
Para aquellos que piden cambios en la historia que cuenta la campaña, no los habrá, pues Blizzard quiere preservar el espíritu de Warcraft III y permitir revivir la campaña tal y como fue pensada. La compañía también asegura que está completamente comprometida con el desarrollo y soporte de Warcraft III: Reforged.
Desde el lanzamiento de Warcraft III: Reforged algunos usuarios también se han quejado del contrato de licencia de usuario final de Blizzard. El texto dice que “los juegos personalizados son y seguirán siendo propiedad única y exclusiva de Blizzard”. Posiblemente esta cláusula protege a la compañía ante la posibilidad de perder los ingresos generados por una adaptación de su trabajo. No debemos olvidar que DOTA empezó como un mapa personalizado de Warcraft III.
