Noticia original: AMD no tenía nada fácil volver a medirse con Nvidia en igualdad de condiciones. Tras años de promesas incumplidas y con RX Vega salvando duramente los muebles gracias a las ofertas, todo apuntaba a que las tan cacareadas RX 6000 iban a ser más de lo mismo. Sorprendentemente, AMD parece estar dispuesta a dar un puñetazo en la mesa comparable al que dio con el lanzamiento de Ryzen.
Lisa Su acaba de hacer oficial su nueva gama de tarjetas gráficas basadas en la arquitectura RDNA2, y las cifras oficiales sorprenden. Tanto como la mejora de rendimiento por vatio que supuestamente proporciona frente a RDNA1, fijada oficialmente en un enorme 54%. Más aún de lo esperado inicialmente.
Lo normal es obtener mejoras próximas al 20% en el mejor de los casos cuando hablamos de evoluciones de un diseño actual, pero es que AMD ha hecho algo más que perfeccionar el hardware que ya tenía usando una litografía mejorada de 7 nm.
Infinity Cache: una memoria ultrarrápida para descongestionar la VRAM
En primer lugar, los ingenieros de AMD han optimizado las compute units a nivel de clock gating y de diseño, de forma que son mucho más ahorradoras en relación a las vistas en tarjetas RDNA1. En consecuencia, ahora pueden funcionar a mayor velocidad de reloj. El aumento en eficiencia llega con las oportunidades que abre para una potenciación que de otra forma no hubiera sido posible.
La otra gran mejora tiene nombre propio. Se llama Infinity Cache, y parece ser un avance derivado de la implicación de AMD en el diseño de hardware para consolas. Usando una memoria caché específica comparable a la L3 de una CPU, las tarjetas RX 6000 reducen los cuellos de botella con la memoria de vídeo y más notablemente aumenta la eficiencia del sistema, puesto que reduce el volumen de datos que debe ir y venir desde la VRAM.
Infinity Cache es directamente responsable de que las nuevas RX 6000 puedan brindar finalmente ray tracing, puesto que permite mantener datos de imagen en una memoria ultrarrápida para acelerar su procesamiento por parte de unos nuevos aceleradores de rayos que se podrían asemejar a los RT Cores de Nvidia.. Sin ella, el coste de ejecutar escenas con trazado de rayos sería directamente oneroso, por mucha potencia extra que hubiera. También facilitarán el juego a 4K, que hasta ahora era una frontera desconocida para AMD.
Dicho todo esto, AMD no ha querido dar cifras de rendimiento de sus tarjetas con ray tracing, así que ese será un dato a vigilar.
Tres tarjetas para rivalizar con las nuevas RTX
AMD no ha querido divulgar el funcionamiento exacto de Infinity Cache o sus nuevos compute units. Esa información se la reserva para otra conferencia. Hoy se trataba de desvelar su nueva familia de tarjetas, que inicialmente constará de tres tarjetas bien diferenciadas: RX 6800, RX 6800 XT y RX 6900 XT. Se equiparan a grandes rasgos con las GeForce RTX 3070, 3080 y 3090 de Nvidia.
Sus datos técnicos son los siguientes:
RX 6900 XT: 80 compute units, 80 aceleradores de rayos, hasta 2.015 MHz, 128 MB de Infinity Cache, 16 GB de GDDR6, 300 W, 999 dólares. Disponible el 8 de diciembre.
RX 6800 XT: 72 compute units, 72 aceleradores de rayos, hasta 2.015 MHz, 128 MB de Infinity Cache, 16 GB de GDDR6, 300 W, 649 dólares. Disponible el 18 de noviembre.
RX 6800: 60 compute units, 60 aceleradores de rayos, hasta 1.815 MHz, 128 MB de Infinity Cache, 16 GB de GDDR6, 250 W, 579 dólares. Disponible el 18 de noviembre.
Para comprender mejor cómo se escalona la gama, la Radeon RX 6900 XT, también conocida como "big Navi", posee una GPU Navi 21 completa, mientras que la 6800 XT reduce parcialmente el diseño original y la RX 6800 se simplifica aún en mayor medida. Curiosamente, AMD afirma que todas ellas son capaces de proporcionar un buen rendimiento a 4K.
Además de ray tracing, la gama RX 6000 proporcionará compatibilidad con otras funciones avanzadas soportadas por DirectX 12, tales son oclusión ambiental y sombreado variable, así como DirectStorage. En este aspecto también se equiparan a las GeForce RTX 3000.
Los datos de rendimiento proporcionados por AMD dejan a sus nuevas tarjetas muy parejas con las respectivas de Nvidia. En algunos casos incluso las supera, aunque para ello se vale de ventajas específicas que solo podrán obtenerse si el ordenador está dotado con una CPU Ryzen de última generación. Una de las ventajas que proporciona la arquitectura RDNA2 es el acceso a la memoria de la GPU por parte de la CPU (Smart Access Memory), usando para reducir la fragmentación de la VRAM y dar un empujón extra.
Los propietarios de un chip Ryzen 5000 también se beneficiarán del modo Rage, que es una especie de overclocking "de un toque". Básicamente el PC podrá determinar cuál es la velocidad máxima a la que puede subir todo el sistema de forma segura, metiendo el turbo para arañar algunos FPS adicionales. Lamentablemente AMD no ha detallado el funcionamiento exacto de esta característica.
A simple vista, las nuevas tarjetas de AMD parecen ofrecer la clase de rendimiento que muy pocos esperaban. También es cierto que para equipararse totalmente con Nvidia debe emplear algunos "trucos" como Rage Mode y Smart Access Memory, que no estarán al alcance de los propietarios de un equipo Intel. Por último, los datos de rendimiento con ray tracing son por ahora desconocidos. Son aspectos importantes y que deberán ser examinados debidamente por su potencial para alterar unos benchmarks que obviamente siempre van a ser a favor del fabricante.
AMD no ha facilitado por ahora los precios en euros de su nueva gama, pero actualizaremos la noticia con las tarifas si se hacen oficiales en lo que queda del día.