Según publica el diario hongkonés South China Morning Post, las ventas globales de ordenadores se contrajeron un 29 % durante el primer trimestre de 2023, regresando a niveles de comienzos de 2019. Es una regresión durísima, y si nos fijamos solo en los equipos Mac, la caída es del 40,5 %. Est descenso supera incluso el experimentado por Lenovo, Dell y Asus, que redujeron sus ventas cerca del 30 %.
La enorme reducción en el número de pedidos está teniendo ramificaciones importantes en toda la industria electrónica. Samsung, por ejemplo, se ha visto forzada a reducir la producción de chips de memoria para liberar el stock actual, sumándose así a otras como SK Hynix y Micron, mientras que Intel y AMD también están implementando sus propias medidas de reducción de inventario para lubricar el lanzamiento de sus nuevos procesadores.
Para Apple, sin embargo, este descenso plantea una curiosa oportunidad. La compañía tiene la cintura que confiere años de ventas récord y beneficios difíciles de imaginar, por lo que la reducción de las ventas (y por ende la ralentización de sus factorías) le permitirá acometer reformas importantes en la cadena de producción. Desde hace ya unos años Apple quiere reducir su dependencia de China, e IDC señala que sería uno de los fabricantes que podría aprovechar la oportunidad para "explorar" oportunidades en otros países menos afectados por las tensionesentre Washington y Pekín, que podrían poner en peligro su cadena de suministro.
Según cree IDC, para 2024 las ventas de equipos informáticos recuperarán el pulso debido al envejecimiento del parque actual y una economía que volverá a crecer. Con todo, estas proyecciones deberían ser tomadas con cierta cautela considerando la inestabilidad actual.