El PC portátil para juego de Valve, recordemos, no utiliza Windows 11, sino SteamOS 3.0, un derivado de Arch Linux con el entorno de escritorio Plasma de KDE. No obstante, en marzo del año pasado Valve lanzó los drivers necesarios para instalar Windows, y al menos desde septiembre Microsoft ha estado trabajando en una adaptación de Windows. Al parecer, el proyecto nació como parte de una hackaton interna pensada para presentar nuevas ideas a los directivos de Microsoft, y ahora, gracias al prolífico filtrador h0x0d, tenemos constancia de él.
La adaptación de Windows para Steam Deck realizada por Microsoft difiere de forma sustancial del sistema operativo que todos conocemos. Para empezar, ha sido diseñada de forma que puede ser manejado de forma sencilla usando una pantalla táctil mucho más compacta que la de muchos equipos portátiles, tabletas incluidas, e incluye soporte para los mandos de Steam Deck a falta de un ratón y un teclado.
Aunque el sistema operativo es fácilmente reconocible, parte de la interfaz ha sido modificada ad hoc, facilitando el inicio del lanzador de Steam y sus juegos, pero también títulos de otras plataformas, tal es el caso de EA Play, Epic y, naturalmente, Game Pass.
Lógicamente el rendimiento no es el mejor y en general el aspecto del software es bastante embrionario, tal y como corresponde a un proyecto aún conceptual. Queda mucho por pulir, aunque eso es algo que podría hacerse si, como implora el vídeo, Microsoft "se pone seria con el juego portátil para Windows". "Los usuarios de Windows y la aplicación Xbox merecen esto, lo necesitan [...] Construyamos incrementalmente, lancemos previews, creemos emoción", apostilla un vídeo que obviamente interpela a los ejecutivos de la compañía. Si deciden seguir por ese camino, es algo que solo el tiempo aclarará.