Si bien el Philips 498P9Z no es un monitor estrictamente gaming (y no solo por la ausencia de LEDs), sus prestaciones hacen de él un producto bastante polivalente. Como los modelos anteriores, utiliza un panel VA de 49 pulgadas con una curvatura de 1800R y 5120 × 1440 píxeles de resolución. La diferencia fundamental estriba en que el refresco adaptativo (FreeSync) salta de 70 a 165 Hz, mientras que la latencia desciende ligeramente hasta los 4 ms (GtG). El brillo está homologado como DisplayHDR 400.
De dimensiones lógicamente considerables, su relación de aspecto 32:9 es equivalente a utilizar dos monitores 16:9 en paralelo pero evitando la interrupción visual formada por los marcos laterales.
Se trata de un formato todavía no muy habitual por el espacio que requiere en el escritorio, pero que gana adeptos por su buena productividad a la hora de trabajar con programas ofimáticos, pero también editando vídeo e imágenes. En este aspecto, podemos señalar que el Philips 498P9Z cubre el 122 % del espacio sRGB, el 100 % del NTSC y el 89 % del Adobe RGB.
Finalmente, podemos hablar de ergonomía y puertos. Este monitor posee ajustes en inclinación y altura, así como compatibilidad con soportes VESA. El repertorio de conectores lo forman cuatro USB 3.0 de tipo A (con switch KVM), un DisplayPort 1.4 y tres HDMI 2.0. También hay dos pequeños altavoces de 5 vatios.
Según señala el sitio alemán Computerbase, Philips por ahora solo ha actualizado su web oficial con los datos del producto y no ha proporcionado una fecha de lanzamiento ni un PVP. En cualquier caso, sus hermanos de gama, de idéntico tamaño pero prestaciones algo inferiores, rondan los 1.000 euros, así que posiblemente este nuevo modelo tenga un precio ligeramente superior.