Como han podido constatar numerosos usuarios durante los últimos días, los controladores también han introducido alguna clase de bug que aumentaba el uso de la CPU, con el contenedor de Nvidia consumiendo cerca del 10 % incluso después de cerrar el último juego. Como resultado, los afectados por este fallo pierden rendimiento general, registran un mayor consumo y podrían apreciar un uso más elevado del ventilador. La solución pasa por instalar el último parche.
La introducción de la función Video Super Resolution hizo que muchos jugadores corrieran a instalar la actualización el día de su lanzamiento.
El hotfixpublicado por Nvidia normaliza el funcionamiento del procesador principal y debería recuperar el rendimiento en los equipos que presentaran problemas, manteniendo por lo demás todas las características que ya estaban presentes en el paquete 531.18, por lo que no hay pérdida de funciones.
La presencia de bugs más o menos importantes en los controladores de las tarjetas gráficas no es una ocurrencia extraña ni limitada a fabricantes concretos. Hace apenas unos días AMD tenía que dar la cara por el descubrimiento de un fallo extremadamente raro pero potencialmente muy irritante descubierto en los drivers Adrenalin 23.2.2, que bajo circunstancias muy concretas podían estropear la instalación de Windows y dejar el equipo virtualmente inaccesible. Es por ello que no siempre es recomendable correr a instalar los últimos controladores el mismo día o incluso la misma semana de su publicación, dejando que otros con más prisa les hagan el rodaje.