Según señala la compañía, la decisión de lanzar su propia gama de tarjetas microSD (ficha técnica aquí) obedece a la observación de que la mayoría de los modelos económicos del mercado teóricamente certificados como A2 no tienen una implementación satisfactoria de Command Queueing Host Controller Interface (CQHCI), no emitiendo una notificación de desconexión de la corriente y brindando menos velocidad de la teóricamente posible.
De acuerdo con los análisis de Raspberry, marcas como SanDisk, "en particular las líneas de producto Extreme y Extreme Pro" funcionan bien, pero no es el caso de muchas otras analizadas durante todos estos años. Fabricadas por Longsys, las nuevas microSD lanzadas por Raspberry son tarjetas Class A2 con todas las características del estándar y una implementación adecuada de la función command queueing.
Por lo demás, Raspberry asegura que sus tarjetas microSD soportan más de 100.000 ciclos de apagado y encendido por sorpresa bajo una carga I/O "pesada", que no es algo que puedan aguantar algunas tarjetas genéricas.
Mirando la cartera, que es lo realmente importante para muchos usuarios, las tarjetas microSD de Raspberry (12,60 euros el modelo de 64 GB en Kubii) son comparables una SanDisk equivalente (13,5 euros), y aunque no llegan a equipararse con los modelos de marcas desconocidas, que muchas veces son una elección popular por su bajo precio, pueden ser una opción competitiva.
Para poder sacar partido a la toda la velocidad que permite el estándar Application Performance Class A2 (ya sea con las tarjetas de Raspberry o de cualquier otra marca) será necesario utilizar la versión más reciente de Raspberry Pi OS o instalar las últimas actualizaciones.