Como buena tarjeta gráfica pasiva, la Palit GTX 1650 KalmX no utiliza ventiladores, sino un sistema de disipación que combina dos heat pipes niquelados para dirigir el calor de la GPU hacia un conjunto de radiadores de níquel sostenidos sobre una base de cobre que facilita la transmisión al conjunto. La firma asegura que el suyo es el primer sistema de refrigeración pasivo de fábrica para la GTX 1650.
A diferencia de otras tarjetas gráficas de refrigeración pasiva, este modelo no parece alterar las especificaciones del modelo ventilado base más allá del sistema de enfriamiento. El rendimiento, por tanto, debería ser el mismo. La ficha refleja una velocidad de reloj de 1.485 MHz y un boost de 1.665 MHz (cabe decir que algunos modelos ventilados ofrecen velocidades de reloj ligeramente más altas), los mismos 4 GB de memoria integrada y el uso de 896 núcleos CUDA. Tampoco varían la potencia necesaria, que sigue en 75 W.
Por dimensiones, la GTX 1650 KalmX parece a priori una buena propuesta para ordenadores multimedia o de salón, particularmente si el equipo en cuestión no va a utilizarse a resolución 4K y si tampoco importa la disponibilidad de efectos avanzados como el trazado de rayos.
Lo que todavía no tenemos claro es el precio, que debería aclararse según vaya aparecieron en las tiendas. Como referencia, las GeForce GTX 1650 estándar se están moviendo en torno a los 150 euros. La comparación más aproximada que podríamos realizar sería entre la GTX 1050Ti base, que actualmente ronda los 140 euros, y el modelo pasivo Palit, que cuesta algo más de 180 euros.