Como el modelo Ti, la GeForce GTX 1660 es una tarjeta basada en Turing pero desprovista de núcleos de procesamiento Tensor para hacerla más económica. No cuenta por tanto con aceleración de trazado de rayos por hardware ni otras funciones avanzadas que sí están disponibles en la gama RTX.
A nivel de hardware, la nueva tarjeta de Nvidia cuenta con 1.408 núcleos CUDA frente a los 1.536 núcleos de la versión Ti, manteniendo la velocidad de reloj casi inalterada. La RAM vuelve a ser de 6 GB, pero en lugar de utilizar chips GDDR6 como la Ti, el modelo base utiliza memorias GDDR5, más lentas pero también más económicas. Esto supone una reducción en el ancho de banda de 288 GB/s a 192 GB/s. La potencia del sistema recomendada es la misma en ambos modelos: 450 vatios.
Según el análisis de AnandTech, que ya ha publicado su veredicto junto a otras publicaciones, la GeForce GTX 1660 supone una mejora de rendimiento del 28 % con respecto a la GTX 1060 de 3 GB a la que supuestamente sustituye, con el beneficio de que prácticamente consume lo mismo. Las temperaturas son también muy manejables. Se trata por tanto de una tarjeta extraordinariamente eficiente en relación a su potencia. A juzgar por los benchmarks, esta tarjeta se aprovechará especialmente en sistemas con un monitor Full HD.
Las primeras tarjetas GeForce GTX 1660 ya se encuentran a la venta de la mano de los fabricantes habituales. El modelo más asequible tiene un precio de 229 euros.