El Mate Xs es descrito oficialmente como una mejora del teléfono original. Mantiene el uso de una pantalla plegable con una diagonal de 8 pulgadas cuando se utiliza en modo tableta. A priori no parece mostrar cambios en este apartado. Cuando está cerrado, presenta una pantalla frontal de 6,6 pulgadas y una trasera de 6,38 pulgadas. Según Huawei, el nuevo modelo es especialmente fino, aunque a simple vista parece mantener las cotas del saliente.
Un aspecto donde sí hay mejoras importantes es el chipset. El Kirin 980 del original es ahora un Kirin 990, con un rendimiento gráfico aparentemente muy superior para su uso en juegos y manejar con mayor eficiencia una pantalla que en función del uso puede utilizarse como si fueran dos. Se une a un nuevo módem 5G con un mayor número de bandas. Se alimenta desde la misma batería de 4.500 mAh con carga a 55 W que ya vimos en el Mate X original.
La cámara de fotos parece ser también la misma que en el Mate X, con un sensor principal de 40 MP, uno de 8 MP para labores de zoom (óptico 3x) y un ultrapanorámico de 16 MP. Un punto destacable del Huawei Mate X y ahora también del Mate Xs es que por si configuración no hace diferencia entre la cámara delantera o la trasera, puesto que el mismo módulo sirve para fotografiar el escenario o tomar selfies, asegurando una calidad de imagen consistente.
Configurado como una especie de Mate X actualizado para Occidente, el nuevo Mate Xs llegará a las tiendas próximamente con un precio de 2.499 euros utilizando una versión especialmente adaptada de MIUI, basado en Android 10, pero como sucede con los últimos teléfonos de Huawei, sin los servicios de Google.