Soma para mí ha sido una de las experiencias más increíbles que he experimentado en años. He tenido la sensación no ya de jugarlo, si no de vivirlo. He compartido emociones con Simon y Catherine a lo largo de esta extraña aventura interactiva.
Contar casi cualquier cosa acerca de este juego sería estropear la experiencia. Basta decir que es una aventura en primera persona ambientada en un distópico futuro donde una catástrofe ha asolado el planeta tierra. Simon es una persona normal que se apuntó a un proyecto experimental sobre el cerebro, pero que un día de repente se despierta en un lugar que no es el suyo y en un tiempo que no le pertenece.
Tendremos que ayudarle a desentrañar qué misterios se relacionan con el lugar donde se encuentra, qué hace él allí, qué ha pasado con todo el mundo en las instalaciones que él recorre, para poco a poco darnos cuenta de que el destino de lo que queda de la humanidad está en sus manos. No tardaremos en empatizar con Simon y con Catherine que nos ayudará a comprender y asimilar todo cuanto ha acontecido.
Como juego, sus mecánicas se basan en ir buscando pistas mientras recorremos cámaras y pasillos y resolvemos ingeniosos puzzles que nos ayudarán a avanzar mientras interactuamos con el entorno. Estas fases de exploración se combinan con otras de más acción consistentes en atravesar zonas algo laberínticas donde algo terrorífico nos acechará y pondrá a prueba nuestros nervios y sobre todo nuestra orientación.
Gráficamente el juego luce estupendo y más aún si podéis ponerlo al máximo nivel y ayuda a crear un entorno más realista si cabe.
Donde destaca especialmente es en el apartado sonoro, donde sus sonidos ambientales y los ruidos tanto de maquinarias como de los encuentros con seres semiorgánicos hará que tengamos una inmersión insuperable. Mucho mejor aún si lo acompañamos con unos buenos auriculares.
No tengo nada especialmente negativo con el juego, quizás que hay un exceso de objetos que no sirven para absolutamente nada, pero es curioso lo bien hecho que esta el comportamiento y las físicas de estos objetos cuando los lanzamos y el sonido que producen cada uno. También se me hizo algo pesado las secciones laberínticas del juego donde tenemos al "bicho" pululando por ahí. Tuve que armarme de paciencia hasta llegar a memorizar estas secciones y así superarlas. Pero nada que no se pueda superar a base de prueba y error.
En definitiva lo recomiendo encarecidamente si te gustan las aventuras interactivas en primera persona, la ciencia ficción, el terror, y el pasarlo un poco mal en ocasiones mientras desentrañas el gran misterio que esconde este juego. Y, ah ¿Merece la pena el final? Absolutamente. Una sensación amarga y muy dulce a la vez.
Valoración 9/10 por no ponerle directamente un 10 como una casa.