Yo solo apoyo la pena de muerte en casos extremos, donde por supuesto haya una culpabilidad clara y demostrada y solo en casos de sangre y terrorismo.
Para lo demás, suprimiría la absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, absurda, ley del menor y cambiaba el sistema de penas penitenciarias por lo que se hacia durante la época de Franco, es decir, a picar piedra a la cantera, de sol a sol.
Que me da vergüenza que los que estén en prisión vivan con todas las comodidades, con la posibilidad de sacar estudios y encima salgan a la calle cobrando el paro.