La ida de octavos de la Champions femenina entre el Chelsea y el Atlético de Madrid, evidenció una vez más, como al contrario de lo que sostenían los comentaristas de GOL TV... El Atlético aún no está entre los grandes de Europa, ni lo va a estar a medio plazo...
Cuando un encuentro en el cual tienes superioridad numérica durante 77 minutos y dispones de dos penaltis a favor... Acaba con derrota por 2-0... Refleja a la perfección tu inferioridad como club ante los grandes de Europa. Un equipo incapaz de aprovechar dos penaltis, un equipo incapaz de generar nada en ataque, un equipo incapaz de contener a un rival con 10... Y un equipo en definitiva, superado ante uno de los escenarios más favorables de los que puede gozar un equipo de fútbol. Si ante la mejor ocasión, no pudiste estar a la altura y aprovechar una oportunidad inmejorable (y prácticamente irrepetible) para aproximarte a los cuartos de final... Nada hace pensar que sea factible para el Atlético superar esta ronda y aspirar, a estar a la altura de las mejores conjuntos del continente.
Creo que lo dije en alguna ocasión en el pasado y lo mantengo: la diferencia física entre la preparación de los equipos en España y los de fuera, es simple y llanamente abismal. Parecía que era el Atlético quien contaba con una jugadora menos en el terreno de juego, el Chelsea no acusó la falta de una compañera en ningún momento, abarcaba el campo a la perfección y exhibía un despliegue físico brutal. Cada balón en profundidad, cada balón largo, era una pesadilla para una zaga defensiva madrileña que apenas podía seguir el rastro de una Samantha Kerr que parecía disponer de varias marchas extra. Y ese potencial físico no aminoró en ningún momento, hasta el último instante las inglesas fueron una pesadilla para unas atléticas que apenas podían frenarlas.
Soy consciente de que el Atlético ha experimentado bajas en los últimos tiempos, que perdió importantes activos como Jennifer Hermoso... Pero eso no justifica el dantesco, horroroso y esperpéntico espectáculo perpetrado por el conjunto madrileño en este partido de Champions, un partido indigno de un conjunto que aspira a estar entre los más grandes de Europa. Sólo Ludmila demostró tener el físico adecuado para este tipo de duelos...
En base a lo visto, no sólo preveo la eliminación de las madrileñas, sino un destrozo en la vuelta. Todo dependerá de las ganas que tenga el Chelsea de hacer sangre... O reservar fuerzas...
PD: Decían los comentaristas, que no habían visto preocupada a la entrenadora del Chelsea a pesar de la expulsión. A tenor de los acontecimientos... Normal.