Bueno, anes que nada... SEÑORA RAYDEN?
Habiendo dicho esto, continúo con lo que os estaba escribiendo:
Prosigo:
Despues de haber salido del salón, me decidí a escribir una carta, en la hoja que ya había mencionado unos mensajes antes. No recuerdo exactamente las palabras que escribí, pero si recuerdo lo que sentia cuando escribia en esa hoja, y claro que recuerdo el sentimiento que plasmé ahí.
Estuve en una de las bancas de el centro de la escuela, en la palza donde normalmente se hacían las asambleas escolares, donde alguna vez estuve formado en grupo a un lado de Alejandra, que momentos aquellos.
Mientras escribia, me daba cuenta que todo eso acabaria, estaba atardeciendo y el sol se ocultaba, tenia que terminar eso lo mas rapido posible, pero de alguna forma debía evitar que Alejandra lo leyera hasta que llegara a su casa, de cualquier otor modo no lo soportaria, supongo que tenía bastante miedo.
Terminé de escribir, tal vez unos mensajes adelante os escriba lo mas exacto que pueda el mensaje que contenia la carta, no lo hago en este momento porque no recuerdo muchas palabras que escribí ahi, pero si guardo algunos borradores de lo que iba a ser la carta. La tarde se puso color naranja, el sol se estaba ocultando, tenia que ver si Alejandra había terminado su trabajo ya que tenia que entregarle la carta antes de que ella se marchase. La tarde estaba hermosa, ver todo color naranja como hacía un par de años no la habia visto, o por lo menos no en la escuela.
Volví al salón, para mi sorpresa Alejandra ya había terminado su trabajo y ya se había apuntado en la lista, era libre de marcharse, pero al parecer me estaba esperando.
Alejandra: -Wence, a donde te habias ido?
Yo: -Alejandra...
La ''escena'' se veia bastante fantasiosa, similar a novelas o a algún anime (para variar) romantico, verla a ella, tan natural pero un poco preocupada, en mera puesta de sol, sus ojos brillaban con la luz del sol que estaba apunto de desaparecer, no me sentia bien, ella que me había confiado todo y yo un cobarde que no se atrevia a decirselo a la cara.
Alejandra: -Porque saliste sin avisarme?
Yo: -Estaba escribiendo
Alejandra: -Tu escribes normalmente?
Yo: -No
Alejandra: -Que escribias?
Yo: -Lo que tu querias saber ya hace algunas semanas.
Alejandra: -Lo que no me querias decir?
Yo: -S..i..
Alejandra: -No quiero que te sientas presionado
Yo: -Descuida, lo hago tambien por mi mismo.
Alejandra: -Pero, me lo vas a decir? o.. estabas escribiendo porque...
Yo: -Toma
Alejandra: -Que es eso?
Yo: -La carta, tomala, la estaba escribiendo para ti
Alejandra: -Wence...?
Tomé un suspiro.
Yo: -Alejandra, puedo pedirte un favor?
Alejandra: -Claro
Yo: -Podrias leera hasta que llegues a tu casa?
Alejandra: -Es algo malo?
Yo: -No, pero, solo hazlo, por favor.
Alejandra: -Un favor? raro en tí que me pidas alguno.
Yo: -Alejandra
Alejandra: -Si?
Yo: -Creo que esta es la despedida
Alejandra: -Te refieres a... que ya te vas a tu casa no? porque estás así? nos vamos a volver a ver el lunes a tu salida de la escuela no?
Yo: -Eso depende de tí, de lo que decidas, te darás cuenta cuando leas la carta. Adios.
Dí media vuelta y un par de pasos, no podia siquiera mirarla de frente, me sentia mal, confundido, solo, cuando ella me detuvo con un abrazo que al fin de cuentas solo me hirió mas. Esta vez el abrazo fué distinto, al parecer ella tenia una idea de lo que se trataba, ya que sentí como su cuerpo empezaba como a temblar ligeramente, del mismo modo que hace una persona cuando empieza a llorar.
Alejandra: -Wence, te llamo en cuanto llegue a mi casa, Ok?
Yo: -Lee primero la carta, si aún quieres hablarme, adelante.