Demasiados escalones en la pirámide, demasiados niveles, demasiados "pasos previos" antes de pasar al siguiente, demasiada burocracia, egos, riñas políticas, subseres en las sombras queriendo aprovecharse, etc...
Ante situaciones tan excepcionales como la que están viviendo Valencia y pueblos aledaños, debe existir una institución única que pueda responder de forma inmediata ante catástrofes de esta magnitud sin tener que esperar a que ayuntamientos, autonomías y cuerpos del Estado se pongan de acuerdo para actuar.
No es que se les acuse del desastre natural el cual casi nadie ve hasta que ocurre cada X años, de lo que se les acusa es de una absurda e injustificada INACCIÓN. Te puede pillar en bragas las primeras 24 horas, pero a las 48 ya deben estar todos los recursos disponibles sin excusas que valgan.
Muchos ayuntamientos, muchos ministerios, muchas autonomías, muchas cámaras, muchos nombrecitos, muchos ideólogos, mucho ego, muchos diputados, muchas competencias repartidas, muchas guerritas en redes sociales (lo esperado), mucho de mucho y poco de acción inmediata.
Me ha sorprendido para mal la pésima gestión a todos los niveles con la gran cantidad de excelentes profesionales con la que cuenta España, es que no tiene sentido ni lógica lo ocurrido posteriormente a la DANA. Yo estoy seguro de que esos profesionales -algunos han escrito aquí en el foro- están 1000000000 veces más capacitados que cualquiera de las momias ególatras políticas que deciden por ellos cómo y, sobre todo, cuándo actuar y son los que han agravado aún más una situación ya de por sí trágica.
Demasiada política de red social, aula universitaria, youtuberos opinólogos, ideología por aquí y por allá y poca política de calle, lógica y sentido común para hacer lo que hay que hacer.
Tiene que existir una autoridad ajena a cualquier autoridad política que pueda ser capaz de coordinar y decidir por sí sola los pasos a dar y los medios a emplear y solicitar cuando se produzca un desastre de estas características.
La naturaleza no se puede controlar, nuestra respuesta ante ella sí.