Para mí, el problema del DkS2 no es tanto la conexión de escenarios (porque se puede justificar con la proporción épica y las mecánicas del juego: nadie quiere pasarse media hora en un ascensor), sino la propia intracoherencia. La narrativa autocontenida no está nada lograda, con zonas que no tienen sentido, o que no resultan interesantes. Por ejemplo, no hay una mención a Heide que explique qué es, cuál es su contexto, más allá de la vaga referencia artística a Anor Londo. Y así con muchas zonas, que simplemente 'están'.